martes, 8 de octubre de 2013

Crítica: Los días que nos separan, de Laia Soler



Título: Los días que nos separan
Autora: Laia Soler
Género: Romance, Juvenil
Dificultad de Lectura: Baja
Páginas: 416
Editorial: Plataforma Neo


Sinopsis


Abril está obsesionada con sus sueños. Desde que se cruzó con ese desconocido en la biblioteca, él se le aparece cada vez que se queda dormida. En su mundo onírico, el chico es Víctor, un burgués de la Barcelona de 1914, y ella... Ella ni siquiera es ella misma, sino Marina, una obrera que vive en el mismo edificio que Víctor.

Mientras la historia de los dos jóvenes del pasado avanza noche tras noche, Abril lucha por mantenerse al margen de las emociones de Marina e intenta descubrir qué significan esos sueños.

Opinión personal

Ganadora de la I Edición del Premio Plataforma Neo, este libro me llamó la atención precisamente por eso. Quise participar en el concurso, pero unas cosas y otras lo impidieron, así que tuve que conformarme con valorar la obra que se llevó el premio.

La historia nos muestra a una chica que, desde que su encuentro con un desconocido en la biblioteca, comienza a tener unos sueños donde ambos son los protagonistas, pero esta vez en la Barcelona de comienzos del siglo XX, y con unos roles completamente diferentes a los que tienen en la actualidad.


Una argumentación bien sencilla da paso, sin embargo, a una historia muy bien cuidada en todos sus pequeños detalles. La simple historia de amor podría haberse quedado ahí, pero en esta novela la autora juega con el pasado y con el presente en todos sus aspectos, incluso en los tiempos verbales. Mezcla dos realidades que conjugan bien, y que deja como resultado, una historia diferente a las que podemos encontrar en la actualidad en las librerías.

Y aunque el centro es la historia de amor entre Marina y Víctor también conviene fijarse en aspectos que parecen pasar desapercibidos. La arquitectura del siglo XX, la sociedad y su estructura de clases, el movimiento sindical, la Gran Guerra, la mentalidad de la época... Todos esos puntos convierten la simple historia de amor en un bonito paseo por una lejana época que siempre parece ser una buena herramienta para algunos escritores, pues son muchos los autores españoles que he leído que recurren al pasado español para ambientar sus historias.

La escritura es otro de sus puntos fuertes. La escritora demuestra una gran variedad en el lenguaje, y dota a cada capítulo de la maestría de un escritor curtido después de muchas obras. Las páginas se pasan volando, los párrafos parecen escurrirse como el agua mientras disfrutas de una gran historia de amor. Su capacidad para crear personajes es también llamativa. Marina, Víctor, Cisco, Eulalia... ninguno de ellos deja indiferente al lector. Y aunque parecen personajes prototipos, como el sindicalista o la dama de clase alta y el burgués impertinente, la autora juega bien sus bazas y les da a cada uno de ellos una razón para ser como son y actuar como actúan. 

Tampoco hay que dejar de mencionar a la historia actual, la que vive Abril con su desconocido. Es una trama también cuidada y bien elaborada. Nos muestra a una familia actual, a una chica del día a día y a una vida no tan fácil como parece. Problemas sentimentales, dificultades familiares y el apoyo de los amigos se entretejen para dar lugar a una historia que engancha y atrapa. Sin embargo, quizás es cierto que sus capítulos se vuelven a veces muy cortos, y que podrían haber tratado con más interés los temas que surgían.

Otro error que se aprecia en la historia contada en tercera persona (la de Abril), es que la autora cambia de un personaje protagonista a otro sin quererlo. Quizás empieza la acción con Abril pero luego el protagonismo pasa a su amigo Héctor, que le abre la puerta de su casa y la describe como cansada y alocada. Esa sensación de no saber quién es el protagonista, a través de quién 'vemos' la acción, incomoda bastante y hace que el lector se confunda. En mi opinión, es uno de los peores errores que puede cometer un escritor.

Aunque es cierto que no hay acción ni fantasía, el romance es tan intenso que, una vez que te ha atrapado, ya no puedes dejar de leer. Necesitas continuar capítulo a capítulo para conocer el final de la historia. Y el final, lo más grande, no dejará indiferente a nadie. Lágrimas por un lado, sonrisas por otro, el final es el punto álgido de una historia que es bien merecedora del premio que se llevó el año pasado.

Frase del libro

''Si tienes amor, no necesitas nada más; 
y si no lo tienes, no importa demasiado qué más tengas ''

Lo mejor: la forma en la que está tratada la historia, que te hace leer y leer sin parar hasta saber cuál es el final. 
Lo peor: Aquí hay que destacar tres puntos. El primero es que la historia está demasiado centrada en el romance entre los dos protagonistas, dejando de lado cosas también relevantes de esa época y que podían haber tenido más protagonismo. El segundo es que de la historia actual apenas sabemos nada más allá de las cartas y del único encuentro en persona que se produce. De Leo, además, solo llegamos a intuir que él estaba teniendo esos mismos sueños, pero habría sido interesante leerlo de primera mano. Y el tercero es la mala combinación que hace la autora de los personajes protagonistas cuando escribe en tercera persona.

PUNTUACIÓN

Personajes: 8,50
Argumento: 6,00
Ambientación: 9,50
Escritura: 9,50

Puntuación Pandora: 8,375

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