viernes, 10 de octubre de 2014

Crítica: Premio Minotauro









El premio literario Minotauro es uno de los más importantes de todo nuestro panorama nacional. Su primera edición fue en el año 2004, y se afianzaba como un premio prometedor en el que la literatura fantástica y de ciencia ficción tendría lugar. Un concurso donde los escritores aficionados serían capaces de mostrar todo lo que tenían, y así conseguir darse a conocer, con una promesa de profesionalidad por parte de este concurso perteneciente al Grupo Planeta.

Pero las cosas han cambiado mucho en los 10 años en los que el concurso se ha encontrado vigente. Mi opinión no es desde el punto de vista de un participante no ganador, sino que es una opinión nacida del desagrado por los chanchullos y mentiras que salen de este mismo concurso.

Esto es una opinión, y por tanto es completamente subjetivo, habrá quienes estén de acuerdo conmigo y otros que no, pero eso es lo bueno del derecho de libertad de expresión.

Mi primera (y probablemente última) participación en este concurso ha sido este año, en el 2014. Lo mandé ilusionado por ser el primer concurso al que mandaba mi obra, pero con el paso de los meses me di cuenta de que ya había perdido incluso antes de salir el fallo. ¿Por qué? Por un simple detalle: La propia editorial decidió cambiar la fecha del fallo del concurso.

Como todos los años, la fecha del fallo era en marzo (terminando la fecha de entrega de manuscritos en noviembre), por lo cual era casi imperativo para la editorial y para sus jueces tener previsto al ganador para esa fecha  (como bien decían sus bases). Pero de golpe y porrazo, recibí una carta en el buzón de parte de la Editorial Minotauro en la que decía claramente que el fallo se retrasaría hasta el 7 de octubre de 2014 SIN NINGUNA razón.

¿Cuál fue mi primer pensamiento cuando recibí esa carta? Pues fue el siguiente: "Vamos, que el que quieren que gane no ha enviado aún su manuscrito y por eso dan más tiempo". Ya desde enero o febrero cuando recibí esa carta ya tuve ese pensamiento, el cual no ha ido sino a más.

El pasado 7 de octubre al fin salió el ganador del concurso: Carlos Molinero (Vuelvo a decir que es una crítica al concurso, no al autor, al cual no culpo de nada). ¿Cuál fue mi sorpresa? Mi sorpresa fue comprobar que dicha persona es un ganador de premio Goya, un guionista de cine.

¿Y qué importa eso? Pues importa bastante. La razón de ello es porque uno de los jueces del concurso, casualmente es productor de cine. ¿Y sabéis otra casualidad? La propia dirección del concurso decidió aplazar la entrega del premio hasta el 7 de octubre... fecha de celebración del Festival de Cine de Sitges en Barcelona (casualmente la ciudad donde está sita la editorial Minotauro, y donde se entregaba el premio).

Ahí dejé todas las casualidades que vi a simple vista. No seguiré hablando de ello, dejaré que cada uno llegue a sus propias conclusiones. Pero vamos, sólo hay que saber remover bien los ingredientes que acabo de proporcionar para sacar la conclusión más creíble.

A continuación hablaré de los criterios que posee dicho Concurso para elegir la obra ganadora... Desde luego no conozco cuales son, pero se cual no valoran: La originalidad.

El título es "Verano de miedo", cuya sinopsis no pondré, pero que podéis encontrar fácilmente en internet. Yo no me he leído ese libro, y no tengo pensado hacerlo, pero ya con sólo leer la sinopsis me he imaginado casi toda la historia.

¿Por qué digo que no es original? Empecemos:

1º. El tema es de vampiros. Estaría bien decir que este autor revivió el género vampírico, pero no es cierto, ya que desde la publicación de Crepúsculo (novela a la que critica), el resto de escritores han provocado un Boom del género vampírico que ha llegado al cansancio.

2º. Los personajes. Son tres:
  • Juan, un muchacho que se aburre en el pueblo de su abuela y que de pronto se encuentra con el misterio del vampiro. ¿De verdad a nadie le parece sobreexplotado este principio? No es por parecer pesado (ni conspiracionista) pero casi todas las novelas y películas para niños comienzan de la misma manera. Pondré el ejemplo más llamativo que se me ocurre ahora mismo: Crepúsculo, en la que una chica llega a un pueblo en el que se aburre y conoce un vampiro (similitudes con esta obra ninguna, desde luego...). Y ya en el género cinematográfico esto aparece hasta decir basta.
  • Eva, una gótica obesa. Esto no es muy típico en la literatura, pero... ¿En el cine? ¿Acaso así no es como juega el cine español? Desde siempre salen en los libros (y sobre todo el cine español) el típico personaje estereotipado. Sin leer el libro ya me imagino que esta chica sabrá mucho acerca del vampiro que aterroriza al pueblo. Su raza gótica será suficiente para saberlo todo...
  • Y para terminar Jairo un exalumno de un colegio religioso... En serio, ya hemos pasado por el vampiro, el aburrido y la gótica... ¿Y ahora nos sale el malote? En la sinopsis no aparece en ningún sitio que este personaje tenga mal comportamiento, pero ¿por qué sino iba a ser exalumno de un colegio religioso? Pues simplemente porque le expulsan. Estoy al 100% que este es el personaje que se dedica a fumar y a insultar a todo lo que se menea (así funciona el cine español, y obviamente eso influirá en un guionista de ese cine)
  • Y para terminar el malo, el vampiro tan pocas veces visto... ¿De verdad alguien cree que podría hacer relucir un vampiro de una forma original? Ya sea en videojuegos, películas o libros, cada autor siempre ha dibujado a los vampiros como buenos o como malos. El autor de este libro nos promete un vampiro sangriento y malvado, similar a Drácula. Yo personalmente le creo, ya que otra cosa no será, pero en el cine español siempre han sabido representar a los malos o enemigos como auténticos hdp, y dudo que en un libro se vayan a relajar.

 Y bueno, ya llego al final de esta opinión (ya sé que os aburro mucho jaja) hablando de la forma de escritura. No lo tengo del todo seguro, pero todo apunta a que no será un libro en forma narrativa. El autor habló acerca de que quería resucitar al vampiro de Drácula, y también que Juan siempre contaría sus aventuras en blogs y en expedientes. Casualmente es la misma forma de escritura de Bram Stoker (autor de Drácula), sólo que aquí fue en forma de cartas.

Por tanto, y para concluir diré que este concurso me ha decepcionado. Lo consideraba un concurso y una editorial seria, con valores literarios de gran importancia, y capaz de encontrar la calidad en los autores (no he leído pocos libros de dicha editorial), pero estaba totalmente equivocado. Mi opinión acerca del concurso habría sido diferente si al menos se hubiesen dignado a dar una razón de porqué cambiaron la fecha del concurso (y ya sin contar el resto de casualidades en las que no habría caído si no hubiese pasado lo anterior).

2 comentarios:

  1. Me siento completamente identificado con todo lo que dices, este también ha sido mi primer concurso y seguramente el último. Ya me avisaron muchos que los concursos estaban todos amañados y que éste no era una excepción, pero quise fiarme de ellos, pero tras el cambio de fecha de varios meses ya me olí lo que cocinaban y me fui. Y no me arrepiento, ese libro que presenté ya está a la venta en amazon y estoy encantado y el segundo saldrá pronto.
    Hoy, por el motivo que sea, me he acordado del concurso y buscando información he llegado aquí y la verdad, todo eso que dices del libro ganador y la más que probable película me ha hecho perder bastante fe en el sistema editorial español, que tras la fase de presentar mi libro en veintitantas editoriales y con solo dos se dignaran a decirme que no educadamente (las otras ni contestaron) ya esta fe estaba bajo mínimos... Para mí las editoriales españolas están muriéndose por su propia culpa y amazon y otros portales los van a rematar, pero insisto, las propias editoriales se buscan su extinción.

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  2. Pues si esto pasó en el premio del año 2014, mirad el fallo del jurado de este año... Resulta que adelantaron la fecha a Julio sin avisar ni nada y la lista de finalistas brilla por su ausencia. Creo que de esta vez ya dejaron claro de qué va la política del premio Minotauro...

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